El objeto de este artículo es examinar y poner de relieve la enorme variabilidad encontrada en la pronunciación de los anglicismos, tanto en lo que concierne al sistema vocálico como al consonántico, deteniéndose sobre todo en los fonemas y grafemas inexistentes en nuestra lengua -por ser el origen más importante de la inestabilidad- y en las distintas pautas seguidas en su proceso de adaptación al sistema fonológico del español. Asimismo, se analiza la variación en la acentuación de algunos anglicismos en contraste con la uniformidad que presentan las voces inglesas que les sirve de modelo. Además, se pasa revista a las diferentes variables sociolingüísticas (diastráticas, diafásicas, diatópicas y diacrónicas) que inciden en la variación así como en el diferente tratamiento lexicográfico seguido en los principales diccionarios del español al señalar la pronunciación de los anglicismos.