Hacia una definición de neologismo a través del análisis cuantitativo de sus características
Miguel Sánchez Ibáñez  1@  
1 : Universidad Politécnica de Madrid  (UPM)
Avenida Complutense, 30, 28040, Madrid -  Espagne

En esta comunicación presentamos un estudio cuantitativo que pretende determinar la relación existente entre la Consistencia formal, la Motivación y la Diacronía en los neologismos en castellano. Para ello, nos basamos en 3209 neologismos aparecidos en la prensa escrita castellanoleonesa entre 2009 y 2016. Aplicamos un baremo propio que permite seleccionar las unidades más relevantes para la elaboración de un diccionario de neologismos de Castilla y León y nos servimos de él para analizar las posibles pautas de interdependencia entre Consistencia formal, Motivación y Diacronía. Los resultados muestran que, para nuestro corpus y de acuerdo con la metodología que planteamos, existe una relación de correlación directa entre esos tres parámetros, y que la dimensión diacrónica condiciona de manera significativa la Motivación y la Consistencia formal en la acuñación de unidades novedosas.

 

Se trata de un trabajo que parte de una investigación neológica sistemática que hemos llevado a cabo durante los últimos siete años en el seno del grupo ATeNeo, de la Universidad de Salamanca. El criterio seguido para seleccionar los neologismos de nuestro estudio fue el de exclusión lexicográfica, que considera a una unidad como neológica en un contexto determinado si no consta en uno o más diccionarios determinados. La acumulación de información recabada y analizada, así como su previsible relevancia y utilidad para la comunidad de hablantes de la que había emanado, nos hicieron plantearnos la posibilidad de elaborar una herramienta lexicográfica. Para ello, debíamos decidir si todas las unidades clasificadas tenían la misma cabida dentro del recurso que pretendíamos construir, dado que saltaba a la vista que algunas eran mucho más relevantes y pertinentes que otras, atendiendo a factores como la expansión de su uso, su transparencia semántica, el hueco denominativo que llenaban o su consistencia formal. Sin embargo, esa necesidad de seleccionar nacía de nuestra mera intuición, y carecíamos de un método objetivo, equilibrado y replicable que nos permitiera satisfacerla.

Mientras desarrollábamos nuestro método de selección, analizamos las unidades basándonos en tres parámetros: Consistencia formal, Motivación y Diacronía. Gracias a ellos logramos configurar un baremo de puntuación que nos ayudó a ordenar nuestros neologismos en función de su grado de idoneidad para ser incluidos en el recurso lexicográfico que proyectábamos. Sin embargo, nos dimos cuenta de que la ordenación de datos que habíamos llevado a cabo nos permitía dar un paso más y definir de manera estadística la correlación existente entre esos tres parámetros: en otras palabras, cuál condicionaba más a cuál, y en qué medida. Nos pareció interesante profundizar en este análisis porque creímos que podría ayudar a conocer mejor la manera en que se imbrican las diferentes notas características de los neologismos, cuya definición siempre se ha basado en criterios de exclusión y de eliminación, es decir: resulta más sencillo decir qué no es un neologismo que lo contrario. Además, la objetivación numérica de sus características, aunque sea de una manera absolutamente preliminar y limitada, podría ayudar a definirlos en positivo.



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